En unos pocos días, Córdoba se transformó en escenario de varias muertes causadas por intoxicación con monóxido de carbono. Las últimas víctimas fueron dos hermanos de barrio Residencial San Carlos. Los hechos coinciden con la llegada de las bajas temperaturas a la provincia.
Córdoba: 6 personas murieron por monóxido de carbono
En el último caso, los vecinos fueron los encargados de alertar a la Policía porque se preocuparon al no ver a los hermanos durante varios días. Al ingresar a la vivienda, los agentes los encontraron sin signos vitales. Dentro de la cocina, se detectó el horno encendido. Además, se confirmó que no había indicios de violencia en el inmueble.
Este hecho eleva a seis las muertes a raíz de inhalación de monóxido de carbono, en menos de una semana. Previamente, el domingo 6 de julio, una mujer de 79 años había fallecido en barrio Los Paraísos. En ese caso, su nieto descubrió la perilla del horno abierta y un fuerte aroma a gas en el ambiente.
Dos días antes, el viernes 4 de julio, una mujer de 65 años y su nieta de 10 perdieron la vida en un departamento de Cosquín. Los bomberos verificaron una deficiencia de oxígeno y la presencia de monóxido de carbono en el lugar. Un hombre de 78 años, trasladado desde Villa Libertador al Instituto del Quemado el miércoles 2 de julio, también habría sufrido un cuadro similar.
Estos eventos activaron un alarma sobre la prevención de este gas. El monóxido de carbono es particularmente peligroso porque carece de olor, color y sabor, lo que lo hace indetectable sin herramientas específicas. Su formación se atribuye a la mala combustión de diversos artefactos domésticos como estufas, cocinas, calefones o braseros.
Se insiste en ventilar los ambientes a diario y realizar controles técnicos periódicos a todos los aparatos a gas. Es crucial evitar el uso de cocinas u hornos para climatizar espacios cerrados, práctica que incrementa el riesgo.