El Valle de Traslasierra alberga un enigma judicial que persiste desde hace 11 años. Silvia Gloria Gallardo, una mujer de 34 años, desapareció el 12 de febrero de 2014 en San Javier-Yacanto, sin dejar rastro alguno.
Su caso, envuelto en un profundo misterio, se encuentra al borde de la prescripción, lo que podría impedir cualquier resolución definitiva en febrero próximo. La familia de la víctima sostiene la conjetura de un asesinato intrafamiliar, aunque la indagación oficial no ofreció respuestas ni pruebas concluyentes.
Silvia Gallardo desapareció hace 11 años en Córdoba y aún no se sabe nada de ella
Silvia era martillera y trabajadora sexual en la Capital, y regresaba a su casa de Traslasierra dos veces por semana. Allí convivían su hija adolescente de 17 años y la bebé que esta había tenido con su pareja. Según el relato de sus allegadas, la mujer mantuvo fuertes altercados con su yerno durante unas vacaciones, justo antes de su desaparición.
El día en que debía volver a Córdoba, se perdió su rastro. Al no llegar a su empleo, se formalizó la denuncia. Analía Prado, hermana de la víctima, enfatizó en que “hay un criminal suelto en Córdoba”. La madre de Silvia falleció en 2022 sin conocer la verdad de lo acontecido, un dolor que Camila Prado, otra hermana, consideró una segunda tragedia.
La sospecha de la familia de Silvia Gallardo
Las hermanas de la mujer describieron al entonces yerno como violento y dominante. Contaron que él había discutido con Silvia sobre quién regía el hogar. Hechos posteriores incrementaron las sospechas: a los pocos días, los animales de Silvia aparecieron muertos, colgando de alambres.
“¿Cómo sabía él que ella no volvería?”, cuestionó Analía. Además, el individuo comenzó a comercializar objetos personales de la desaparecida. Incluso, él y su pareja (hija de Silvia) huyeron hacia Córdoba el día de una primera inspección en un pozo, donde las denunciantes creen que fue arrojado el cuerpo.

Con respecto a la gestión judicial, Analía dijo que se ha hecho “muy poco” y que los operativos en el pozo fueron “un simulacro”. Tras Raúl Castro y Lucrecia Zambrana, la nueva fiscal, Eugenia Ferreyra, tomó el control del expediente. Germán Romero Marcón, abogado querellante, calificó la investigación previa de “desastrosa”.