En el competitivo mundo del fútbol, la vida después del retiro puede ser un terreno incierto. Mientras algunos eligen seguir vinculados al deporte, otros toman caminos inesperados. Ese es el caso de José Daniel “Bocha” Ponce, exjugador de Boca Juniors y de la Selección Argentina, quien hoy dedica sus días a una actividad muy distinta: la minería.
De la Bombonera a las minas: el exfutbolista que cambió los botines por un casco de seguridad
Ponce fue una de las figuras del mediocampo argentino en los años ’80. Brilló en Estudiantes de La Plata antes de desembarcar en Boca en 1989. Su paso por el Xeneize fue corto, pero exitoso: disputó 33 partidos, marcó 5 goles y fue parte del equipo que ganó la Supercopa Sudamericana y la Recopa Sudamericana.

Además, fue convocado por Carlos Bilardo para integrar la Selección Argentina, con la que participó en la Copa América de 1983 y las Eliminatorias para el Mundial de México 1986.
Una vida lejos de las canchas
Luego de su retiro en 1997, tras un último paso por Huachipato de Chile, el “Bocha” enfrentó el desafío de reinsertarse en el mundo laboral. Tras algunas experiencias como técnico de divisiones juveniles, en 2012 comenzó a trabajar en minería, una industria completamente ajena al fútbol, pero que le ofreció estabilidad económica.

“Trabajo en minería porque tengo muchos amigos allí y gano más que en otros trabajos de ciudad. Soy el conductor de los gerentes y a veces supervisor”, reveló Ponce en una entrevista con Infobae. “Uno piensa que va a jugar toda la vida, pero de repente se termina todo”, agregó con sinceridad.
Un mensaje para los futbolistas del presente
Con la experiencia de haber vivido las dos caras de la moneda, Ponce hoy aconseja a los futbolistas jóvenes a no descuidar la educación:
“Hay que estudiar, prepararse. El fútbol no es para siempre y una lesión puede cambiarte la vida en un segundo”, remarcó.