Marianela Mirra, quien saltó a la fama en 2007 tras consagrarse como ganadora de Gran Hermano, vuelve a estar en el centro de la escena mediática. A pesar de haberse mantenido alejada de los medios durante varios años, su nombre reapareció con fuerza debido a una revelación que involucra directamente a Jorge Rial, una de las figuras más emblemáticas del periodismo de espectáculos en Argentina.
Según trascendió en las últimas horas, Mirra habría compartido antiguas conversaciones privadas que mantenía con el exconductor de Intrusos, dejando entrever que Rial hizo múltiples intentos por conquistarla. A través de capturas de pantalla, no solo se evidencian los mensajes cargados de insinuaciones y elogios por parte del periodista, sino también un curioso detalle que llamó la atención de todos: el apodo que Marianela le tenía a Jorge.
Si bien la exactitud de los chats no fue confirmada oficialmente, el contenido fue suficiente para generar revuelo en redes sociales y medios del espectáculo, donde se volvió a hablar del fugaz vínculo entre ambos y del impacto que este habría tenido años atrás. Esta nueva exposición de Mirra reaviva viejos rumores y deja en claro que, a pesar del tiempo transcurrido, su historia con Rial todavía da que hablar.
Así llama Marianela Mirra a Jorge Rial
En las últimas horas, Mirra decidió compartir antiguas conversaciones privadas que mantuvo con el exconductor de Intrusos, dejando al descubierto un vínculo mucho más cercano de lo que se pensaba. En los chats, se podía ver con claridad el marcado interés de Rial por acercarse a ella, incluso en un momento en el que todavía estaba en pareja con Mariana “Loly” Antoniale.
Los mensajes, que rápidamente se viralizaron en redes sociales, iban desde halagos hacia la foto de perfil de Marianela hasta comentarios con un tono claramente insinuante. “¿Se acuesta en pijama o sexy?”, le preguntaba Rial en una de las conversaciones, dejando en evidencia su intento por generar una intimidad más allá de lo amistoso.
Aunque los protagonistas no han dado declaraciones públicas al respecto, el contenido de las capturas fue suficiente para que el tema volviera a instalarse en los medios y se reavivaran viejos rumores sobre un posible affaire.
La abogada oriunda de Tucumán respondía con soltura y un dejo de picardía en cada mensaje. Sin embargo, lo que más llamó la atención entre los seguidores fue el apelativo afectuoso con el que se dirigía al periodista: “Jorgito”. Ese pequeño gesto, en apariencia inofensivo, no tardó en encender las redes y dar pie a todo tipo de conjeturas sobre la verdadera naturaleza del vínculo entre ambos.
