El reconocido actor y gestor cultural Hugo Armoa murió este lunes a los 68 años, según comunicó públicamente la Asociación Argentina de Actores, organismo al que estuvo afiliado desde el año 1978.
A lo largo de su vida profesional, Armoa desarrolló una destacada y prolífica trayectoria en el ámbito artístico, participando activamente en numerosos proyectos de televisión, obras teatrales y distintas iniciativas vinculadas a la promoción y el desarrollo de espacios culturales en el país.

Aunque la noticia causó una gran conmoción y tristeza en el ambiente artístico, no trascendieron detalles sobre los motivos de su fallecimiento a una edad considerada temprana.
Así fue la admirable carrera de Hugo Armoa
Hugo Armoa nació el 3 de diciembre de 1956 y construyó una sólida carrera en la televisión, participando en una amplia variedad de ficciones que marcaron a distintas generaciones de espectadores. Formó parte de producciones muy populares como Floricienta, Los Roldán, Casi Ángeles, Los Exitosos Pells, Herencia de Amor, Amor Mío, Alma Pirata y Mi Amor, Mi Amor, entre muchas otras.
En el teatro, también dejó una huella importante con su talento. Brilló en obras como Macbeth, La mirada, En la nube, Bernarda, El ahogo y Tertulia de cámara francesa. Su trabajo sobre las tablas se distinguió por una gran versatilidad interpretativa y un profundo compromiso artístico con cada uno de los personajes que encarnó.

Además de su labor actoral, Hugo tuvo una destacada y sostenida participación en el ámbito de la gestión cultural. Durante su carrera, fue coordinador del área de teatro en La Manzana de las Luces, un espacio histórico fundamental en la promoción de las artes, y también se desempeñó como coordinador general en la Manufactura Papelera de San Telmo, impulsando diversos proyectos vinculados al teatro y la música. Su compromiso con el desarrollo cultural trascendió los escenarios, dejando una huella profunda en cada iniciativa que lideró.
La Asociación Argentina de Actores lo despidió con palabras sentidas, describiéndolo como “un intérprete que desarrolló una extensa trayectoria artística y una activa labor en la gestión cultural”, y acompañó con su mensaje a los familiares, amigos y seres queridos del artista.
Su partida significa una pérdida irreparable para el ambiente artístico nacional, al que contribuyó no solo con su talento sobre las tablas y en la pantalla, sino también con su incansable vocación de generar y sostener espacios culturales para la comunidad.