René, el pequeño bailarín tucumano revive su paso por Cosquín

“Sentir en Danza”: el ballet amaicheño, presente en el mas grande escenario del folclore argentino.

René, el pequeño bailarín tucumano revive su paso por Cosquín
1. “Sentir en Danza”: la emoción de Cosquín contada por el más chico del grupo.

René Fabián tiene apenas 10 años, y una actitud que enciende las tablas que pisan sus botas. Fue el integrante más pequeño del ballet “Sentir en Danza” de Amaicha del Valle, que se presentó en el prestigioso escenario de Cosquín. Con una lucidez desbordante, recuerda cada instante de una experiencia que lo marcó para siempre.

Llegar a Cosquín: el sueño que empezó con un profesor y un propósito

“Llegué a Cosquín por gracia de mi profesor Santiago Nieva”, cuenta René, con la sencillez de quien sabe agradecer. Su ingreso al festival se dio a través de su escuela de ballet, con acompañamiento institucional.

En total, viajaron unos 33 chicos y chicas de Tucumán, aunque se alojaron en hoteles separados. “El hotel de las chicas estaba como a siete cuadras del nuestro”, recuerda.

La experiencia de bailar frente a cientos de personas

René ya tenía experiencia escénica: “También estuve bailando en La Rioja, en septiembre del año pasado, pero el escenario era mucho más chico”. En Cosquín, todo era distinto: “En Cosquín era grandísimo”.

A pesar de los nervios, René logró salir adelante: “El segundo día no me confié tanto y me preparé mejor”.

René, 10 años y un sueño de escenario: “Me encantaría volver".
René, 10 años y un sueño de escenario: “Me encantaría volver".

Una anécdota inolvidable: la pelota de fútbol y la generosidad

Más allá de los reflectores, lo que más emocionó al pequeño bailarín fue un gesto inesperado: “Salimos a buscar una pelota de fútbol y un señor ya viejito me la regaló. Me puse recontento, fuimos y jugamos”.

El escenario, el público y la emoción compartida

“Bailamos muy bien. Éramos 15 chiquitos y nuestros papás eran como 15 también, pero nos apoyaban como 300, 400 personas. Cuando terminamos el baile y gritábamos, la gente se paraba, gritaba. Sentí mucha emoción”, relata René con una sonrisa, y en sus ojos se refleja la esperanza de mantener vivas sus raíces a través del baile.

Un pedido claro: más apoyo para seguir creciendo

A punto de cumplir 11 años, René tiene claro que quiere seguir por este camino. Pero también sabe que no será fácil: “Me encantaría volver, pero capaz que ya no pueda porque el colectivo este año estuvo re carísimo”. Y suma: “Con más apoyo podríamos ir más lejos, participar en más escenarios”.

La enseñanza que deja el escenario

“Lo que me gustaría para la próxima es no confiarme tanto”, dice. Su análisis es maduro y reflexivo: “Una cosa es cuando uno ensaya y otra es arriba del escenario. Nosotros ensayábamos con el frente a la derecha, pero allá el escenario era de frente”.

Su ballet, “Sentir en Danza”, se convirtió en motivo de orgullo para Amaicha del Valle, que ya sueña con ver a sus jóvenes talentos brillar más allá de las montañas que los vieron nacer, y crecer en el baile.

"Sentir en Danza", el ballet amaicheño que brilló en Cosquín.
"Sentir en Danza", el ballet amaicheño que brilló en Cosquín.

René tiene sólo 10 años, pero ya sabe lo que es pararse frente a cientos de personas, luchar contra los nervios, emocionarse, aprender de los errores y soñar con volver. Su testimonio pone en valor el esfuerzo de los grupos artísticos del interior, la importancia del acompañamiento institucional y la potencia transformadora de la cultura.