El frío, la falta de ventilación y el encierro de los ambientes pueden convertir cualquier placard en una fuente de malos olores. Entre ellos, el más temido es el de humedad, que se impregna en la ropa y parece imposible de sacar. Pero existe un truco casero, simple y efectivo, que puede cambiarlo todo.
En lugar de lavar las prendas una y otra vez, la clave está en trabajar directamente sobre el interior del placard. Colocá un recipiente con bicarbonato de sodio en el piso del mueble. Este ingrediente natural actúa como un imán de humedad y neutraliza los olores en el ambiente sin dañar las prendas.

Cómo eliminar la humedad y perfumar tu ropa sin esfuerzo
Para potenciar el efecto, rociá fragancias suaves en el interior del placard. Podés hacerlo con aromatizantes textiles o con esencias naturales diluidas en agua. Además, si querés que el aroma dure más, forrá los estantes con papel perfumado o colocá bolsitas de tela aromatizadas entre las prendas.

Otra técnica efectiva es revisar a fondo el ropero al menos una vez por mes. Sacá todo y aprovechá para inspeccionar si alguna prenda está húmeda o guardada en mal estado. Si encontrás manchas de moho, aplicá vinagre blanco directamente sobre la superficie y dejalo actuar durante una hora. Luego, pasá un paño limpio y ventilá bien.
Una vez que esté todo limpio, usá un limpiador de madera con perfume para que el aroma se mantenga más tiempo. Reorganizá la ropa dejando espacio entre prenda y prenda. Cuanto más aire circule, menos chances tendrá la humedad de instalarse.

Antes de guardar la ropa, asegurate de que esté completamente seca. Lo mismo con el calzado: si está húmedo o tiene mal olor, limpialo antes de guardarlo. Son detalles simples que marcan la diferencia y evitan que el armario vuelva a cargarse de malos olores.