Encontrar ese labial ideal que te acompañe en cualquier ocasión puede parecer una misión imposible. Lo que se ve soñado en el envase o en la campaña publicitaria, muchas veces no luce igual al aplicarlo. ¿La textura no convence? ¿El tono no resalta como esperabas? La buena noticia es que hay formas de evitar decepciones… y sin tener que probarlo directamente sobre los labios.

El truco que revelan las expertas para no fallar en el tono del labial
Desde Avon y Natura revelaron un truco infalible para elegir el tono correcto del labial y sin fallar en el intento. Aunque lo más habitual es hacer un swatch del labial sobre la muñeca o el dorso de la mano, hay una zona mucho más precisa que suele pasar desapercibida: la parte interna de la palma, justo antes del dedo pulgar.
¿Por qué funciona? Al cerrar ligeramente la mano, esa zona forma líneas similares a las del labio. Esto permite evaluar mejor cómo se comporta el color, su textura, el nivel de brillo o mate, y cómo se adapta a una superficie con pliegues como los labios.

Cómo elegir el tono que realza tu belleza natural
Más allá del lugar donde se pruebe, hay que tener en cuenta un factor clave: el color natural de tus labios y tu tono de piel. Ambos pueden modificar por completo cómo se ve un labial.
• Para pieles claras a medias
Usá el lado interno de los dedos para probar el color. Esa zona se asemeja más a la pigmentación natural de los labios que la muñeca, y ofrece una mejor referencia para ver si el tono se funde o resalta.

• Para pieles medias a oscuras
El interior de la palma suele ser más claro que el resto del cuerpo. Por eso, hacer el swatch en el lateral del dedo o en la parte superior del dedo, justo debajo de la uña, puede ofrecer un contraste útil. Especialmente si tus labios también tienen zonas con diferente pigmentación.
- El consejo que no falla: acercá el dedo con el swatch a tus labios y compará
Verlos lado a lado te va a dar una idea más realista de cómo quedaría ese labial sobre tu boca. Además, no olvides considerar tu subtono de piel (cálido, frío o neutro), ya que influye en cómo se percibe el color final.
Opciones de labiales
Las opciones de labiales son tantas que dependerán de lo que la persona esté buscando.
Según su textura y acabado
- Mate: sin brillo, acabado aterciopelado, de larga duración. Ideal para looks elegantes o duraderos. Puede resecar un poco si no se hidratan los labios antes, aunque algunos ahora traen ácido hialurónico.

- Cremoso: hidratante, con buena cobertura y un leve brillo. Cómodo para usar todo el día.
- Gloss o brillo: acabado jugoso y brillante, textura ligera. Ideal para dar volumen y frescura. Su duración suele ser más corta.
- Satinado: punto medio entre el mate y el cremoso. Tiene un leve brillo sofisticado, sin ser pegajoso.
- Metálico: contiene pigmentos reflectivos, da un efecto tornasolado o brillante. Perfecto para looks osados o de noche.
- Tintas o “tints”: muy ligeras, tiñen el labio de manera natural y duran mucho. Parecen tu color real pero mejorado.
Según su formato
- En barra: el clásico. Fácil de aplicar, vienen en todos los acabados.

- Líquido: textura fluida que se seca en los labios, muchos son mate de larga duración.

- En lápiz o crayon: ideales para delinear y rellenar. Muy precisos, prácticos y cómodos de llevar.

- En paleta: varias tonalidades en un solo envase, se aplican con pincel.
- Bálsamos o sérum: labiales hidratantes con un toque de pigmento. Ideales para uso diario y labios secos.