Si tenés semillas de calabaza no las tires, tenés un tesoro: cómo aprovechar al máximo sus beneficios

Este superalimento natural ayuda a mejorar la digestión, aporta energía y refuerza el sistema inmune.

Si tenés semillas de calabaza no las tires, tenés un tesoro: cómo aprovechar al máximo sus beneficios
Si tenés semillas de calabaza no las tires, tenés un tesoro: cómo aprovechar al máximo sus beneficios

Las semillas de calabaza ganaron protagonismo en los últimos años por su valor nutricional y su versatilidad en la cocina. Más allá de su sabor suave y textura crocante, son una fuente concentrada de minerales, grasas saludables, proteínas y antioxidantes que hacen bien al cuerpo.

Cada vez más nutricionistas las recomiendan como parte de una dieta equilibrada, no solo por su aporte energético, sino también por su rol clave en la prevención de enfermedades y en el fortalecimiento del sistema inmune.

Semillas de zapallo, ¿por qué sumarlas a la dieta?
Semillas de zapallo, ¿por qué sumarlas a la dieta?

Qué aportan las semillas de calabaza y por qué conviene sumarlas

Según la Cleveland Clinic, las semillas de calabaza contienen una combinación poderosa de nutrientes esenciales: magnesio, zinc, hierro, ácidos grasos insaturados y fibra. Todos estos componentes trabajan juntos para mejorar funciones vitales del cuerpo.

El magnesio, por ejemplo, ayuda a mantener regulados los latidos del corazón y estabiliza los niveles de glucosa en sangre. El zinc fortalece el sistema inmunológico y es indispensable para la reparación celular. El hierro, por su parte, colabora en la producción de hemoglobina, fundamental para transportar oxígeno a los tejidos.

Semillas de zapallo.
Semillas de zapallo.

Además, su alto contenido en fibra favorece la digestión, reduce el colesterol malo y genera mayor sensación de saciedad, lo que puede ayudar a controlar el peso. Y como si fuera poco, aportan antioxidantes que combaten el envejecimiento celular.

Cómo consumir las semillas de calabaza y aprovechar al máximo sus beneficios

Las semillas de calabaza pueden comerse crudas, tostadas o molidas. También se las puede remojar para facilitar la digestión, o procesar en forma de aceite, ideal para aliñar ensaladas o platos fríos.

  • Crudas: conservan mejor sus nutrientes.
  • Tostadas: aportan más sabor, pero deben cocinarse a baja temperatura.
  • Molidas: perfectas para sumar en batidos, yogures o sopas.
  • Remojadas: mejoran la absorción de minerales y son más digestivas.

Incorporalas en tus ensaladas, panes caseros, rellenos de tartas o como snack saludable.

Semillas.
Semillas.

Además de las de calabaza, también son muy recomendadas las semillas de chía (ricas en omega-3), lino (fuente de potasio y fibra) y cáñamo (excelentes para la piel y la salud cardiovascular).