Según el Feng Shui, cada componente de una vivienda influye directamente en la circulación de la energía en el ambiente. Las puertas tienen un papel fundamental en esta práctica, pues se consideran los puntos principales por donde ingresa y se expulsa la energía vital.
Por esa razón, existe una manera específica en la que nunca deben permanecer abiertas o cerradas las puertas del hogar.
Así se deben dejar las puertas del hogar, según el Feng Shui
De acuerdo con esta antigua práctica, las puertas, especialmente las principales, nunca deben quedar abiertas sin supervisión. Mantener la puerta de entrada abierta de manera descuidada puede causar una pérdida de energía positiva y permitir que energías negativas o caóticas ingresen desde el exterior. Esto afecta no solo la armonía del hogar, sino también el bienestar emocional, financiero y físico de sus habitantes.
Asimismo, se recomienda evitar que puertas opuestas queden completamente abiertas al mismo tiempo, como sucede en pasillos o habitaciones alineadas, ya que esta configuración crea un fenómeno llamado “túnel energético”.
La energía entra por las puertas, pero si no circula correctamente, puede escapar rápido sin asentarse en el hogar. Esto puede traducirse en problemas prácticos como dificultad para concentrarse, conflictos frecuentes o una sensación general de inestabilidad en la casa.
También es importante evitar tener puertas dañadas, que chirríen o que no cierren bien, ya que estos defectos bloquean el flujo del chi y provocan estancamiento. Según el Feng Shui, cualquier daño en una puerta simboliza un obstáculo para nuevas oportunidades, y reparar estos problemas ayuda a mejorar la circulación energética y a desbloquear aspectos de la vida que parecían detenidos.
Además, la orientación y el mantenimiento de las puertas son fundamentales. Se recomienda mantenerlas limpias, lubricadas, libres de obstáculos tanto adelante como atrás, y pintadas con colores que armonicen con la dirección cardinal hacia la que apuntan. Cada puerta debe abrirse con facilidad para permitir que la energía entre y fluya sin dificultades.
