La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que una dieta rica en azúcares añadidos, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados es uno de los principales riesgos para la salud en todo el mundo. Este tipo de alimentación está relacionada con problemas como la obesidad, la resistencia a la insulina, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer.
Médicos y nutricionistas coinciden: para mantener una buena salud metabólica y cardiovascular es clave priorizar alimentos frescos y naturales, como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y aceites saludables. El consumo de productos de origen animal debe ser moderado, con preferencia por el pescado y algunos lácteos.
Sin embargo, hay 6 alimentos habituales que, aunque estén presentes en muchas dietas diarias, pueden tener un impacto negativo a largo plazo.
Los 6 alimentos que debemos evitar para una dieta sana, según la OMS
1. Carne cruda o poco cocida
Consumir carne cruda o mal cocida (como sushi, tartar o hamburguesas poco hechas) puede ser riesgoso, sobre todo para niños menores de 5 años, personas con defensas bajas o pacientes con cáncer. El peligro radica en bacterias como la E. coli, que puede provocar el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH).

2. Cereales de desayuno azucarados
Pese a su imagen de “alimento saludable”, muchos cereales para el desayuno están hechos con harinas refinadas y tienen un alto índice glucémico, lo que dispara los niveles de azúcar en sangre y favorece la obesidad y la resistencia a la insulina.

3. Alcohol
Incluso en cantidades pequeñas, el alcohol es una toxina que el organismo prioriza metabolizar, ralentizando la quema de grasa y afectando el hígado. Investigaciones recientes indican que una copa diaria puede acortar la esperanza de vida y aumentar el riesgo de cáncer.

4. Edulcorantes artificiales
Compuestos como el aspartamo o la sucralosa pueden alterar el microbioma intestinal y afectar la regulación del azúcar en sangre. Aunque no aporten calorías, sus efectos a largo plazo sobre el metabolismo están en estudio, y algunos expertos señalan una posible relación con ciertos tipos de cáncer.

5. Comida para llevar
Las preparaciones listas para consumir suelen tener exceso de sal, azúcar y grasas. El consumo frecuente puede elevar la presión arterial, aumentar el colesterol y favorecer el sobrepeso. Lo ideal es que sea una opción ocasional, no un hábito.

6. Pan blanco procesado
El pan elaborado con harina refinada pierde fibra y nutrientes esenciales, provocando picos de glucosa en sangre y aumentando el riesgo de problemas metabólicos. Una alternativa saludable es el pan 100% integral o de grano germinado.
