Tomar mate mientras se maneja es una costumbre tan arraigada en Argentina como el propio auto. Sin embargo, esta práctica cotidiana podría salir muy cara en algunas provincias.
En Mendoza y Córdoba podrían multar a los conductores que sean detectados cebando o tomando mate al volante, con sanciones que superan los $400.000.

Ambas jurisdicciones implementaron recientemente un endurecimiento de sus normativas de tránsito y ahora consideran esta acción como una infracción que compromete la seguridad vial. En Mendoza, se trata de una falta grave, mientras que en Córdoba se clasifica como una conducta de manejo inseguro.
Lo más llamativo es que no será necesario que un inspector detenga al vehículo para sancionar al conductor. Las cámaras de fotomultas, ampliamente distribuidas en rutas y avenidas, serán las encargadas de detectar a quienes manejen mientras toman mate.
Las multas pueden ir desde los $25.000 hasta los $420.000, dependiendo de la provincia y del contexto de la infracción. En muchos casos, también pueden implicar la pérdida de puntos en el carnet de conducir.
¿Por qué se prohíbe tomar mate al volante?
Desde los organismos de tránsito argumentan que esta práctica, aunque culturalmente aceptada, representa una distracción significativa: preparar un mate, sostener el termo con una mano o manipular la bombilla implica desatender el camino, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
Las autoridades esperan que esta medida sirva para concientizar sobre los peligros de conducir sin la atención plena y reducir la siniestralidad vial en ambas provincias.
Mientras tanto, la polémica está servida: ¿se trata de una medida necesaria para mejorar la seguridad, o de un exceso que ataca una tradición nacional?