Por qué no hay que quitar los “hilos blancos” de las mandarinas: el verdadero motivo

Cuando queda un tramo de temporada alta de esta noble fruta, te contamos uno de los beneficios que pocos conocer.

Por qué no hay que quitar los “hilos blancos” de las mandarinas: el verdadero motivo
Por qué no hay que quitar los “hilos blancos” de las mandarinas: el verdadero motivo (Freepik)

Llegó septiembre y de a poco comienza a despedirse el frío. También esas hermosas costumbres tan nuestras, como comer mandarinas al solcito. Pero aún queda un tramo y es el momento de conocer más sobre este noble y delicioso cítrico.

La mandarina es uno de los alimentos de más fácil manejo. Además de ser muy rica, es fácil de pelar y no requiere de utensilios, lo que la vuelve ideal para comer en cualquier momento y lugar.

Sin embargo, al momento de pelarla, hay un hábito muy común que, según los especialistas, deberíamos “desaprender”: retirarle los “hilos blancos”.

Por qué no se deben sacar los hilos blancos de las mandarinas

Si bien esos hilitos blancos de la mandarina pueden ser molestos a la vista e incluso no nos acostumbramos a su textura a la hora de comerlos, lo cierto es que es una parte muy valiosa de la fruta.

Esos filamentos se llaman albedo y van más allá de ser una simple capa que recubre la mandarina. Recientemente una médica especialista en aparato digestivo aseguró en sus redes que ese hilito “no está ahí por casualidad”. “Es una defensa natural de la fruta: protege la pulpa frente a insectos y microorganismos, reduce la oxidación, sirve como reserva nutritiva para el desarrollo del fruto y lo defiende de la radiación solar”, señaló.

Pero ese poder no solo aplica como defensa del fruto, sino que aporta beneficios directos a quienes lo consumen, tales como:

  • Es rico en pectina, una fibra que ralentiza la absorción del azúcar.
  • Contiene vitamina C y flavonoides, que refuerzan el sistema inmune, cuidan la piel y vasos sanguíneos
  • Aportan minerales esenciales como el potasio y el magnesio.

Aprovechar al máximo los beneficios

La combinación de vitamina C, fibra y minerales convierte el albedo en un aliado para minimizar el envejecimiento celular, así como también fortaleciendo la piel y los vasos sanguíneos.

Con el solo hecho de comer esos “hilos” se aumenta la ingesta diaria de fibra y de micronutrientes, aprovechando al máximo los beneficios que proporciona la mandarina.

Un estudio de 2006, publicado en la revista Chemical Engineerin Journal, indicó que el albedo no solo sirve para unir los gajos, sino que presenta antioxidantes y fibra soluble. Además, encontraron que la mayor concentración de pectina se encuentra en el albedo.