A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco dejó en claro que su mirada sobre la comunidad LGBT suponía un cambio de tono dentro de la Iglesia católica. Sin modificar la doctrina, impulsó un discurso más inclusivo y empático que generó debates dentro y fuera del ámbito religioso.
Sus palabras abrieron nuevas conversaciones sobre la diversidad, la misericordia y la acogida. En Vía País repasamos cinco de sus reflexiones más significativas.
1. “¿Quién soy yo para juzgar?”
Fue en 2013, durante el vuelo de regreso a Roma tras participar en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, cuando el Papa Francisco pronunció una de las frases más recordadas de su pontificado:
“Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”
Con esta declaración, el Papa marcó una diferencia respecto de sus predecesores. Añadió además que el Catecismo de la Iglesia católica “explica y dice que no se debe marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad”.
2. “El ser homosexual no es un delito”
En una entrevista con la agencia AP en enero de 2023, el Sumo Pontífice fue claro al referirse a la criminalización de la homosexualidad en distintos países:
“El ser homosexual no es un delito”.
También pidió que las personas homosexuales sean tratadas con respeto y defendió su derecho a vivir sin discriminación ni persecución.
3. “La Iglesia católica enseña que las personas homosexuales deben ser tratadas con dignidad y respeto”
Aunque la posición oficial del Vaticano no cambió en términos doctrinales —y sigue considerando que los actos homosexuales son “intrínsecamente desordenados”—, Francisco hizo hincapié en el respeto y la dignidad:
“La Iglesia católica enseña que las personas homosexuales deben ser tratadas con dignidad y respeto”.
Esta afirmación reafirma su voluntad de alejar cualquier discurso de odio o exclusión.
4. “Es hipocresía escandalizarse si doy mi bendición a un homosexual”
En febrero de 2024, el Papa volvió a generar repercusión al criticar el doble estándar dentro de la propia Iglesia:
“Nadie se escandaliza si doy mi bendición a un hombre de negocios que explota a la gente, lo cual es un pecado muy grave. Pero se escandalizan si se las doy a un homosexual”.
Y concluyó con firmeza: “Esto es hipocresía”.
5. “A nadie se le debe negar la bendición. Todos, todos, todos”
Uno de los gestos más concretos fue en diciembre de 2023, cuando autorizó la bendición a parejas del mismo sexo —aunque sin equipararlas al matrimonio religioso—. En línea con esa decisión, reafirmó:
“A nadie se le debe negar la bendición. Todos, todos, todos”.
Este mensaje lo repitió en distintas oportunidades, incluyendo el Festival de la Juventud Católica en Portugal, como una manera de transmitir el espíritu de inclusión que quiso dejar como legado.