Sonia Peverelli, nutricionista: “No tiren las cáscaras de cebolla, ayudan a reducir la azúcar en sangre”

No tires las cáscaras de cebolla porque contienen compuestos que benefician tu salud.

Sonia Peverelli, nutricionista: “No tiren las cáscaras de cebolla, ayudan a reducir la azúcar en sangre”
cebolla

Muchas veces desechamos partes de los alimentos que podrían tener un impacto positivo en nuestra salud. Es el caso de las cáscaras de cebolla, que según expertos y estudios científicos, contienen antioxidantes, compuestos antiinflamatorios y sustancias que pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre.

La licenciada Sonia Peverelli, nutricionista y máster en Nutrición Clínica, afirma en su cuenta de Instagram (@nutricion.soria) que “la cáscara de cebolla no se tira, porque ayudan a reducir el azúcar en sangre y combatir el estrés”.

Se pueden aprovechar deshidratándolas para hacer sal saborizada o en infusiones para obtener sus nutrientes.
Se pueden aprovechar deshidratándolas para hacer sal saborizada o en infusiones para obtener sus nutrientes.

Peverelli explica que ambos vegetales contienen quercetina, un flavonoide con potentes propiedades antioxidantes que reduce la inflamación, funciona como un antihistamínico natural y puede ser útil en enfermedades crónicas como la artritis.

Diversos estudios respaldan estos beneficios. Una investigación publicada en el International Journal of Immunopathology and Pharmacology concluyó que los flavonoides inhiben la liberación de histamina, ayudando a aliviar síntomas alérgicos. Otro estudio, en The Journal of Nutritional Biochemistry, sugiere que la quercetina mejora la sensibilidad a la insulina y contribuye a disminuir los niveles de glucosa, lo que la convierte en un aliado para personas con diabetes tipo 2 o en riesgo de desarrollarla.

Cómo preparar sal con cáscaras de cebolla

Peverelli comparte también formas prácticas de aprovechar estos beneficios en casa. Una opción es preparar sal con cáscaras de cebolla deshidratadas:

  1. Lavar bien las cáscaras externas de la cebolla (blancas o moradas) y secarlas al aire o en horno a 60–80 °C entre 1 y 2 horas hasta que estén crujientes.
  2. Triturar las cáscaras en un mortero o procesador hasta obtener un polvo fino o ligeramente grueso.
  3. Mezclar este polvo con sal marina gruesa o fina en proporción de 1 parte de cáscara por 3 a 5 partes de sal.
  4. Guardar la mezcla en un frasco hermético y usarla para sazonar tus platos favoritos.
La quercetina presente en las cáscaras ayuda a regular el azúcar en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina.
La quercetina presente en las cáscaras ayuda a regular el azúcar en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina.

Otra alternativa es hacer una infusión con las cáscaras, que permite extraer sus nutrientes y antioxidantes. Este tipo de infusión se ha asociado con mejoras en la circulación y alivio de ciertos problemas respiratorios.

Aprovechar las cáscaras de ajo y cebolla no solo reduce el desperdicio de alimentos, sino que también puede convertirse en un aliado natural para la salud con beneficios comprobados por la ciencia.