La provincia de Formosa encendió las alarmas sanitarias luego de confirmar un rebrote de COVID-19, con una positividad que trepó al 24%, muy por encima de lo registrado durante los últimos meses. Ante este escenario, las autoridades decidieron volver a aplicar medidas preventivas que remiten a la época de la pandemia, con el objetivo de frenar la circulación del virus, de acuerdo a lo que informó La 100.
Cuántos casos de COVID-19 se registraron en Formosa
Según los datos oficiales difundidos en el Boletín Epidemiológico Nacional, Formosa realizó 1.422 testeos en los operativos de vigilancia y búsqueda activa. De ellos, 341 dieron positivo, consolidándose como el virus con mayor presencia en la región, por encima de Influenza y del VSR. El salto es marcado: hace apenas un mes, la positividad era del 7,9%, lo que muestra un crecimiento acelerado de contagios.

La directora de Epidemiología provincial, Claudia Rodríguez, explicó que la situación se complicó por la “pérdida de percepción del riesgo”, ya que la baja cantidad de fallecimientos e internaciones llevó a que gran parte de la población se relajara. Frente a este rebrote, pidió retomar cuidados básicos como el uso de barbijo en espacios cerrados, la ventilación continua, evitar compartir elementos personales y mantener distancia en lugares con mucha gente. Aseguró que no se busca generar alarma, sino prevenir una mayor propagación.

Vacunación y reclamo al Gobierno Nacional
Rodríguez también expuso una preocupación adicional: la falta de vacunas. Señaló que la provincia no tiene las dosis suficientes para continuar con la campaña de inmunización, y reclamó al Gobierno nacional que destrabe la entrega. “Hoy no contamos con las vacunas necesarias; están en la Aduana”, afirmó, remarcando que mantener los esquemas al día es clave para evitar cuadros graves.
Aunque por el momento no se registran internaciones por COVID-19, el incremento de casos encendió una señal de alerta. La provincia intenta frenar el avance del virus con medidas conocidas, mientras insiste en que la vacunación sigue siendo la herramienta central para proteger a los grupos de riesgo.


































