Uno de los grandes dolores que atravesó Pepe Mujica, que falleció este martes tras una larga enfermedad, fue la pérdida de su perrita Manuela, su fiel mascota de tres patas.
En 2018, la perrita murió y fue un antes y después en la vida política de Mujica, quien por este motivo decidió dejar el Parlamento, desolado por ya no contar con su compañera.
Tal fue la importancia de Manuela en su vida que el último deseo del líder uruguayo se relaciona con ella. El expresidente pidió ser enterrado al lado de la perrita, en el patio de la chacra en donde vivió hasta el último día junto a su compañera Lucía Topolansky.
Mujica no tuvo hijos, algo que dijo lamentar. Sin embargo, en una de sus últimas entrevistas aseguró: “Somos unos privilegiados”, por poder seguir viviendo con su esposa en la chacra.
Así, Pepe será enterrado junto a su querida perrita de tres patas, bajo un árbol que él mismo plantó.
El vínculo de Pepe Mujica con Manuela, su perrita de tres patas
“Voy a confesar que mi decisión de dejar el Parlamento la tomé cuando se murió Manuela. Todavía la extraño. Miro al rinconcito donde dormía”, dijo Mujica años atrás al canal uruguayo Telemundo. “Cosas que tiene la vida. Pensar que un tiempo bancó, bancó, bancó. Que un bichito así me haya matado el niño viejo que tenía dentro...cosas de la vida", agregó.
Tras la muerte de su perrita, anunció que dejaba su banca de senador porque quería tomarse una “licencia” antes de morir.
