Una tragedia conmociona al barrio porteño de Villa Devoto: cinco integrantes de una misma familia murieron por una intoxicación con monóxido de carbono en una casa ubicada en la calle Sanabria al 3700. La primera alerta se dio cuando un familiar, al no lograr comunicarse, llamó al 911. Al llegar, los Bomberos encontraron todos los ambientes herméticamente cerrados y debieron ventilar la vivienda para permitir el ingreso del SAME, que confirmó los decesos.
Las víctimas fueron identificadas como Demetrio De Nastchokine (79), su esposa Graciela Leonor Just (73), su hijo Andrés (43), la pareja de este, Marie Camille Lalanne (40), y su hija Elisa, de 4 años. Un bebé de un año y medio, hijo de Andrés y Marie Camille, fue hallado con vida y puesto en resguardo de inmediato.
Fallas múltiples: calefacción deteriorada y ventilación bloqueada
Las primeras pericias técnicas revelaron una combinación de fallas graves en la instalación de gas y el sistema de calefacción, además de una total ausencia de ventilación en la vivienda. Según confirmaron los Bomberos y especialistas de Metrogas, la caldera de la cocina originaba una alta concentración de monóxido de carbono, un gas altamente tóxico, que no se expulsaba correctamente al exterior.

El aparato presentaba deflectores sueltos, un radiador corroído y obstruido, y caños con fisuras y óxido. Durante una prueba con polvo fumígeno, se comprobó que los gases de combustión volvían al ambiente en lugar de ser evacuados. Esa acumulación se agravaba por las filtraciones entre el cielorraso y el piso flotante, que permitían que el gas se propagara a los niveles superiores de la casa.

Una casa sellada y sin oxígeno
Uno de los factores más críticos fue la falta total de ventilación. Todas las rejillas, ventanas y aberturas estaban tapadas con film, nailon y cintas adhesivas, lo que impidió el ingreso de aire fresco y la salida de aire viciado. Esta medida, que se sospecha fue implementada para conservar el calor, potenció el riesgo de intoxicación al sellar por completo la vivienda.

Los técnicos encontraron concentraciones de monóxido muy por encima de los niveles permitidos en distintos artefactos a gas del hogar, y concluyeron que el deterioro del sistema de calefacción, la corrosión de los caños y la falta de ventilación crearon un cóctel letal.
Una visita familiar que terminó en tragedia
Según reconstruyó la familia, Andrés vivía en Europa y había viajado a Argentina con su esposa e hijos para pasar el mes de julio. Su padre había estado remodelando la casa para recibirlos. La llegada de la familia fue registrada en redes sociales, en imágenes donde se los ve llegando al aeropuerto de Ezeiza.
Demetrio y Graciela tenían otros tres hijos, además de Andrés: Maia, Alejandro y Sergio. La familia ahora atraviesa un momento de profundo dolor por una tragedia que, según los expertos, pudo haberse evitado con mantenimiento adecuado y ventilación permanente.
El peligro invisible del monóxido de carbono
El monóxido de carbono es un gas tóxico que no tiene olor ni color, y que puede provocar la muerte en pocos minutos si se inhala en ambientes cerrados. Las autoridades recomiendan:
- Realizar revisiones periódicas de estufas, calefones y calderas.
- No bloquear rejillas ni aberturas de ventilación.
- Instalar detectores de monóxido en hogares.
- No usar hornallas ni hornos para calefaccionar.
Este caso refuerza la necesidad de tomar medidas de prevención en invierno, especialmente ante la baja de temperaturas y el uso intensivo de sistemas de calefacción.