Todos sabían qué en el Nuevo Cine Ciudadela sucedía algo más que la proyección de películas pornográficas. Los vecinos hicieron decenas de denuncias a lo largo de su historia: muchas veces lo clausuraban, pero los dueños lograban reabrirlo amparados en argumentos legales que los protegían. Hasta este domingo, en que un importante operativo parece haberle puesto fin al asunto.
La denuncia en esta ocasión fue municipal y las sospechas pudieron ser comprobadas: en el espacio había personas que eran explotadas sexualmente por sus dueños, una pareja de unos 50 y pico de años, que fue detenida e imputada.
En las últimas horas trascendió un video que muestra el interior del polémico pero histórico cine. La imagen de la “Coca” Sarli, una caja de preservativos, baños sucios y una decena de hombres sentados en las butacas tapádonse el rostro aparecen en las imágenes que forman parte de la causa.
Cómo es el Nuevo Cine Ciudadela por dentro
El operativo en el lugar estuvo encabezado por numerosos policías, que custodiaban el lugar en la vereda y, adentro, buscaban todo aquello que pueda servir de prueba.
El cine se sitúa en Rivadavia al 12300, justo enfrente de la estación del tren Sarmiento. En el ingreso se destaca un póster de Isabel “Coca” Sarli, ícono argentino del cine erótico.
En una de las oficinas se encontró una caja repleta de preservativos. Los baños estaban en pésimas condiciones de higiene, con papeles, envoltorios y condones usados esparcidos por el piso. El descuido del lugar queda en evidencia con solo notar que permanece un cartel de precaución desde la pandemia.
En la planta baja hay una sala pequeña con butacas de madera. La pantalla está sobre una tarima con un telón de fondo. Rumbo al segundo piso, las escaleras están iluminadas con unas luces verdes. Esa sala es todavía más pequeña y oscura. En el video se observa una decena de hombres sentados, “atrapados” en el operativo.
La causa y los detenidos
La investigación está en manos de la UFI N°14 de San Martín, a cargo de Vanesa Leggio. El allanamiento fue encabezado por la División de Trata de Personas de la PFA y derivó en la detención de los dueños del local. Además, se rescataron a seis personas que eran víctimas de explotación sexual.
Durante el allanamiento se encontró a tres personas que estaban ejerciendo la prostitución en condiciones precarias dentro del cine. Sus explotadores, una mujer de 52 años y un hombre de 55, eran quienes administraban el cine. La Justicia ordenó que su vivienda, situada en Villa Domínico, también sea allanada. Fueron imputados por facilitación de la prostitución, explotación sexual agravada y encubrimiento.
Según indican los investigadores, las personas que ingresaban al cine “estimuladas por las imágenes de las películas explícitas” eran “provocadas por mujeres u hombres que se les acercaban y se ofertaban sexualmente, manteniendo relaciones en rincones oscuros de la sala”.
