El Papa Francisco estaba consciente de su complicado estado de salud que, por cierto, lo tuvo internado durante 38 días desde el 14 de febrero pasado.

En ese contexto, pero ya desde mucho antes, tuvo la oportunidad de expresar en dónde quería ser enterrado cuando falleciera, lo que trístemente sucedió este lunes por la madrugada.
Su voluntad respecto de dónde descansarán sus restos resultó ser la Basílica de Santa María La Mayor, situada en Roma. El entierro, según dicta el protocolo, probablemente tenga lugar entre el cuarto y sexto día desde su fallecimiento.

En tanto será velado en la Basílica San Pedro, donde los fieles podrán darle el último adiós. Francisco también solicitó que no haya un sepelio privado para cardenales antes del público, como solía suceder históricamente.
Cómo es la Basílica en dónde será enterrado el Papa Francisco
Por su expreso pedido, Francisco será sepultado en las grutas vaticanas de la Basílica de Santa María La Mayor, donde el Papa solía acudir a rezar y reflexionar.

“Como siempre le prometí a la Virgen, ya está preparado el lugar. Quiero ser enterrado en Santa María la Mayor”, había dicho.

Pidió, a su vez, que su tumba se ubique “en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza” y que sea sencilla, sin decoración particular, con la única inscripción: Franciscus.
“Es mi gran devoción, mi gran devoción. Y antes, ya cuando venía, siempre iba ahí el domingo en la mañana que estaba en Roma. Hay una ligazón muy grande”, contó oportunamente.

La Basílica es la iglesia más grande e importante de las dedicadas en Roma al culto mariano. Ya hay otros Papas sepultados allí, como Clemente VIII, Paulo V y san Pío V.