Una empleada con 26 años de antigüedad fue desvinculada de su cargo como secretaria de La Parroquia San Pedro y San Pablo de la ciudad de Apóstoles. La decisión fue tomada por el párroco local, quien aseguró que se trató de una medida necesaria ante el creciente déficit económico que atraviesa la parroquia, y que contó con el aval del Obispado de Posadas.
Según explicó el sacerdote Alejandro Cañete al medio Misiones Online, la desvinculación se realizó conforme a las normas laborales vigentes y respetando los derechos adquiridos por la trabajadora. La indemnización otorgada, afirmó, ascendió a 33 millones de pesos. Aunque este desembolso representa actualmente un fuerte impacto para las finanzas parroquiales, proyecta un superávit a mediano plazo que permitiría reorganizar los recursos y sostener mejor las actividades pastorales y administrativas.
El párroco señaló que el sostenimiento de la parroquia —que abarca 26 capillas— requiere una inversión mensual cercana a los 2.5 millones de pesos entre sueldos y aportes a la AFIP, mientras que las colectas semanales apenas alcanzan los 600 mil pesos. Esta diferencia, sostuvo, hace inviable el pago de salarios con altos porcentajes por antigüedad.
También aclaró que la decisión fue comunicada previamente a la empleada y que la comunidad estaba al tanto de las dificultades económicas. Indicó que, con esta nueva situación, ya no será necesario destinar colectas adicionales de las capillas para cubrir salarios.

Por otra parte, defendió su rol como administrador responsable de los recursos eclesiásticos, y desestimó los cuestionamientos sobre supuesta arbitrariedad o falta de diálogo. “Todo se realizó con discernimiento, en consulta con el Obispo y en cumplimiento de las obligaciones legales”, aseguró el sacerdote, quien sostuvo que su accionar busca garantizar la sostenibilidad de la misión pastoral en Apóstoles.