En respuesta al alerta epidemiológica emitido por el Ministerio de Salud de la Nación por el incremento de casos de sarampión en distintas jurisdicciones, la provincia de Misiones mantiene una vigilancia activa y ha reforzado sus estrategias de prevención, aunque hasta el momento no registra casos confirmados.
Durante lo que va del año, se notificaron seis posibles casos en el territorio misionero, todos descartados tras estudios de laboratorio. Las muestras también fueron analizadas para detectar otras enfermedades de circulación regional como dengue, fiebre amarilla, chikungunya y parvovirus, sin resultados positivos.
La vigilancia epidemiológica del sarampión en Misiones forma parte de un sistema nacional de alerta temprana, que se activa especialmente ante casos importados. Este año, algunos de los episodios sospechosos estuvieron vinculados con personas que regresaron al país desde el exterior. Ante ese escenario, el sistema de salud respondió con acciones focalizadas, como la campaña de vacunación con doble viral para mayores de siete años que debían trasladarse a zonas de mayor riesgo, como Buenos Aires y San Luis. También se reforzó la disponibilidad de la triple viral en los centros de salud de la provincia.
Pese a la ausencia de circulación viral en el territorio, las autoridades sanitarias advierten que la cobertura de vacunación se encuentra por debajo del 90%, cuando el umbral recomendado para prevenir brotes es del 95%. Ante esta situación, el sistema de salud provincial impulsa estrategias como la búsqueda activa de niños y niñas no vacunados mediante visitas domiciliarias, y la oportunidad de completar esquemas durante controles de salud. Además, se articula con el Ministerio de Educación para verificar esquemas durante el ingreso escolar.
Entre las causas del incumplimiento del calendario nacional, se identificaron múltiples factores, desde la negativa de algunos padres a vacunar hasta problemas logísticos como la falta de disponibilidad inmediata de dosis por tratarse de frascos multidosis. Las autoridades insisten en la necesidad de un mayor compromiso familiar para alcanzar niveles óptimos de inmunización.
El cumplimiento del calendario de vacunación continúa siendo un requisito formal para acceder a beneficios sociales como la Asignación Universal por Hijo. Sin embargo, se reconocen vacíos en los controles que permiten percibir la ayuda incluso con esquemas incompletos. Desde el ámbito sanitario provincial, se subraya que la vacunación no solo es un derecho sino también una responsabilidad compartida.
