El clásico rosarino ya se vive en la ciudad y en las últimas horas se conoció cómo será el operativo que buscará que se disfrute sin inconveniente. El Ministerio de Justicia y Seguridad, junto con la Policía provincial, diseñó un dispositivo sin precedentes: 582 efectivos desplegados en el estadio y los alrededores, más 80 agentes destinados al banderazo, y 250 personas de seguridad privada dentro del Gigante de Arroyito.
El operativo, denominado dinámico, se irá activando progresivamente en puntos estratégicos días antes del clásico. La apertura del estadio está prevista para las 14.30, exactamente tres horas antes del inicio del partido, para evitar aglomeraciones y garantizar un ingreso ordenado.

Este operativo es producto de una articulación entre el Ministerio de Seguridad, la Municipalidad, la Unidad Regional II, y los clubes. Como afirmó Fernando Peverengo, director de Seguridad en Eventos Masivos, “Rosario debe ser una ciudad de eventos” y este clásico representa “la fiesta deportiva más importante de la provincia”.
Se recomienda a los hinchas llegar con tiempo y ocupar su lugar habitual para garantizar una experiencia segura y disfrutar del espectáculo. Las puertas abrirán tres horas antes, los desplazamientos vehiculares estarán bajo control y los ingresos serán fluidos.
Cortes de tránsito planificados
En coordinación con el municipio, se implementarán cortes de tránsito en las inmediaciones del estadio desde las 13 horas del sábado, para facilitar los accesos y el operativo de seguridad vial.

Control de los “trapitos”
Las autoridades municipales advierten sobre la presencia de cuidacoches informales dispuestos a cobrar hasta $5.000 por estacionar. En respuesta, funcionará un despliegue conjunto de Control Urbano y Policía para monitorear, recibir denuncias y frenar extorsiones.

Rosario vivirá un clásico con una mirada puesta en la seguridad y tranquilidad de todos. Con casi 600 policías, acceso anticipado, monitoreo urbano estricto y esfuerzo contra extorsión callejera, la jornada promete ser intensa, pero libre de sobresaltos.