El exfiscal Fernando Rodrigo fue condenado a tres años de prisión condicional y a la inhabilitación absoluta y perpetua para ejercer cargos públicos, luego de ser hallado culpable por intervenir de forma ilegal el teléfono de su expareja.
La decisión fue tomada tras comprobarse que en 2017 “pinchó” los celulares de una ex novia y de otras personas de su entorno, con el objetivo de acceder a esas escuchas que representaron además una malversación de fondos públicos.

El acusado se desempeñaba en una de las unidades de Investigación y Juicio del Ministerio Público de la Acusación y presentó una lista de líneas telefónicas ante los jueces en el marco de una causa donde se investigaba a una banda dedicada al robo de vehículos.
Sin embargo, en ese detalle no figuraban los celulares de los delincuentes que desguazaban autos en desarmaderos, sino los números de su exnovia, quien también trabajaba en la Justicia, dos empleadas de Fiscalía amigas de la joven, y también los de la madre, el padre y los hermanos de la víctima.
Una vez conseguido el permiso para intervenir las líneas, grabó un total de 183 CD’s, Rodrigo realizó un seguimiento de las comunicaciones privadas de la víctima en un contexto de celos y control desde agosto de 2016 hasta julio de 2017.

Fue un empleado del exfiscal que detectó que uno de los teléfonos que aparecían en la investigación por los desarmaderos de autos pertenecía a una compañera de trabajo y presentó una denuncia contra su superior.
Cuatro días después, el por entonces fiscal general Jorge Baclini suspendió preventivamente a Rodrigo, quien antes de que las autoridades analizaran la posible destitución, renunció a su cargo.