Una grave denuncia sacude a la ciudad de Rosario. Una mujer descubrió que la identidad de su hijo de tan solo 2 años fue utilizada sin su consentimiento para permitir el cruce de otro menor a Bolivia. El caso ya está siendo investigado por las autoridades y podría derivar en cargos por falsificación de documentos y trata de personas.
Todo comenzó cuando la madre, oriunda del barrio Las Flores, recibió un llamado desde el Registro Nacional de las Personas (Renaper), en el que le informaban que su hijo figuraba como ingresado recientemente al país vecino. La mujer, desconcertada, aseguró que el pequeño se encontraba con ella y nunca había salido de Argentina.
La denuncia fue radicada ante la Justicia federal y se activaron de inmediato los protocolos de investigación. El Ministerio del Interior confirmó que, efectivamente, se había detectado un movimiento migratorio en el sistema, registrado a nombre del menor, pero con una fotografía que no coincidía con la del niño rosarino.
En declaraciones al móvil del programa De 12 a 14, la madre explicó que jamás tramitó una autorización para viajar ni entregó el DNI de su hijo a nadie. “Me dijeron que habían cruzado a un nene a Bolivia con los datos de mi hijo. Es una locura. Tengo miedo, no entiendo cómo puede pasar algo así”, expresó con angustia.
Según la reconstrucción preliminar, alguien habría falsificado o suplantado el documento del niño para permitir el cruce de frontera a otro menor, sin ningún tipo de control efectivo. El Renaper ya inició una auditoría interna para determinar cómo se validó la documentación.
El caso generó una fuerte preocupación en organismos vinculados a la protección de la niñez, ya que se trata de un tipo de maniobra que podría estar vinculada a redes ilegales de tráfico de personas o adopciones irregulares.
Mientras tanto, la madre rosarina exige justicia y mayor control por parte del Estado. “Me siento vulnerable. Si lo hicieron con mi hijo, ¿cuántos otros chicos pueden estar en la misma situación sin que nadie se entere?”, planteó.
La Justicia trabaja ahora para identificar a los responsables de este hecho, que abre interrogantes sobre las fallas del sistema migratorio y la posible existencia de una red delictiva que opera con identidades infantiles falsas.
