En el primer minuto del partido entre Inter Miami y CF Montréal, Lionel Messi protagonizó un insólito error. Al intentar un pase hacia atrás desde la mitad de la cancha, vio cómo su bola fue interceptada por Prince‑Osei Owusu, quien definió con claridad para poner en ventaja al local.
El gol tempranero para CF Montréal sorprendió a propios y extraños, sobre todo porque provino de un fallo inusual del propio capitán del equipo. Messi estaba presionado, buscó un pase seguro y terminó dejando el balón servido para el rival.
Sin embargo, la respuesta de Inter Miami no tardó. En el minuto 33, el rosarino se tomó revancha: asistió impecablemente a Tadeo Allende, quien empató el encuentro con un remate potente dentro del área.
Y apenas siete minutos más tarde, se encargó de darle la vuelta al marcador por sí mismo. Recibió un pase desde un saque largo, eludió a varios defensores y definió con precisión para poner el 2‑1 parcial, en una jugada que fue destacada como “otro golazo de su estilo”.
El encuentro ya ganaba en dramatismo cuando, a los 60 minutos, Telasco Segovia estiró la ventaja con un disparo que concretó el 3‑1. Desde ese momento, Inter Miami controló el desarrollo del partido con mayor comodidad.
Lio no solo redimió su error inicial, sino que también completó su noche con un doblete tras convertir el cuarto tanto del equipo en los descuentos, cerrando una noche para el olvido que terminó siendo memorable para él.
El triunfo por 4‑1 dejó a Inter Miami sexto en la Conferencia Este de la MLS y sirvió para cortar una mala racha de cuatro partidos sin victorias. El regreso de Messi tras el Mundial de Clubes se hizo sentir con fuerza.
