Por qué a los hinchas de Newell’s les dicen “leprosos”: el gesto solidario que abrió la historia del club

El clásico apodo con el que se conoce a los fanáticos de la Lepra nació de un acto solidario a principios del siglo XX, y se convirtió en un símbolo de orgullo para el club del Parque Independencia.

Por qué a los hinchas de Newell’s les dicen “leprosos”: el gesto solidario que abrió la historia del club
Cuál fue el origen del apodo "leprosos" al equipo rosarino.

El apodo “leprosos” con el que se identifica a los hinchas de Newell’s Old Boys no nació de una casualidad ni de una burla entre rivales, sino de un gesto solidario que quedó grabado en la historia del club y del fútbol argentino.

Todo se remonta a la década de 1920, cuando se organizó en Rosario un partido benéfico a favor de un leprosario, una institución que asistía a personas afectadas por la lepra. La convocatoria fue dirigida a los principales clubes de la ciudad, y Newell’s fue el primero en aceptar participar del evento.

El plantel campeón del Torneo Final 2013.
El plantel campeón del Torneo Final 2013.

El objetivo era recaudar fondos y generar conciencia sobre la enfermedad, que por entonces conllevaba un fuerte estigma social. Rosario Central, según cuentan diversas crónicas, declinó la invitación, lo que dio lugar a una de las rivalidades más marcadas del fútbol argentino.

Fue entonces cuando la prensa local, y posteriormente los propios hinchas, empezaron a referirse a los seguidores rojinegros como “leprosos”, en contraposición con los “canallas”, como comenzaron a llamar a los de Central por haber rechazado la causa solidaria.

Lo que comenzó como un apodo circunstancial, con los años se transformó en una insignia de identidad y orgullo para el pueblo leproso, que celebra ese gesto de empatía como parte fundamental de su historia.

El astro hizo las inferiores en el club del Parque Independencia.
El astro hizo las inferiores en el club del Parque Independencia.

En la actualidad, ser “leproso” es mucho más que una etiqueta: representa un fuerte sentido de pertenencia, una pasión heredada y la reivindicación de un acto que marcó el ADN de Newell’s Old Boys y su vínculo con la comunidad.