El Galatasaray cerró este verano la contratación del delantero nigeriano Víctor Osimhen en una operación de 75 millones de euros, cifra histórica para el fútbol turco. De ese total, 40 millones se abonaron al contado y los 35 millones restantes se pagarán el próximo año, según confirmó el periodista Fabrizio Romano.
Osimhen, quien jugó cedido en la temporada pasada, mostró un rendimiento sobresaliente: marcó 37 goles y dio 8 asistencias en 41 partidos, y fue pieza fundamental para que Galatasaray se quedara con la Superliga y la Supercopa turcas.

Esta incorporación llega en pleno proceso de recuperación de una rotura de ligamentos cruzados que sufrió Mauro Icardi en noviembre pasado, y profundiza la duda en torno a su retorno al elenco titular.
El desembolso millonario para contratar a Osimhen reforzó el ataque de Galatasaray y deja a Icardi en una posición compleja: si bien aún lo consideran dentro de la plantilla, su vuelta al equipo podría verse relegada por la inversión y el protagonismo del nigeriano.
Además, se especula que el cuerpo técnico buscará preservar ambos delanteros, pero la presión será inevitable. El monto pagado por Osimhen implica que se le dará prioridad y seguramente ocupe el rol de referencia frente al arco.

El panorama se complica aún más para Icardi, que no juega desde noviembre del año pasado y todavía no demostró estar al nivel físico del plantel. En ese contexto, su recuperación será seguida con lupa por el cuerpo técnico y los dirigentes.
Si bien Osimhen y Icardi mantienen una buena relación personal —el nigeriano le dedicó un gol tras la grave lesión del argentino—, el verdadero reto para Mauro será recuperar ritmo y ganarse un lugar entre nombres de elite del ataque.
El futuro del delantero rosarino dependerá tanto de su recuperación médica como del rendimiento que tenga en la pretemporada, donde deberá mostrar que puede compartir protagonismo o volver al primer puesto. De lo contrario, el club podría considerar otras opciones ofensivas.