Juan José Imhoff, uno de los jugadores más emblemáticos surgidos en Duendes Rugby Club, confirmó su vuelta al club rosarino para jugar en el Torneo del Interior y el Regional del Litoral, antes de bajarse definitivamente del rugby.
Pese a haber jugado 13 temporadas en Racing 92 de Francia, con quien ganó el título del Top 14 en 2016, y acumular 259 partidos y 112 tries en la elite, Imhoff decidió regresar a su casa para cerrar su carrera “donde empezó todo”.

El rosarino explicó que no se trata simplemente de un partido homenaje: “Vengo a jugar” y disputará al menos dos encuentros oficiales, ante Tala y GER, con la intención de rendir al máximo, sin caer en un simple gesto simbólico.
En declaraciones a Ovación, contó que sintió “una electricidad en el cuerpo” al volver a entrenar en Duendes, y que esa emoción reafirmó su decisión de jugar de forma auténtica, sin adornos ni despedidas precursoras.

Su motivación es también personal y familiar: después de su paso por Europa, su esposa Natacha lo impulsó a cumplir ese anhelo, permitiéndole reconectar con su identidad y agradecer a quienes lo formaron.
El presidente de Duendes, Matías Benzi, resaltó que su llegada al club significa “un orgullo” y una oportunidad de conectar a los chicos con ejemplos de compromiso y valores que la institución promueve.

Más allá de su rol deportivo, el deportista mantiene vínculos fuertes con Rosario y con figuras como Ángel Di María, lo que refuerza su vínculo local y su rol como embajador de los valores deportivos y comunitarios.
Con su regreso, Imhoff no sólo cierra un capítulo de una saga deportiva brillante, sino que transmite un mensaje: los orígenes importan y el deporte trasciende el resultado, cargándose de sentido cuando se regresa con generación e identidad.