Desde hace tiempo, las series coreanas vienen ganando terreno en el catálogo de Netflix. Dentro de la gran variedad de opciones, el k-drama se ha convertido en uno de los géneros favoritos de los suscriptores de la plataforma de streaming. Es que estas producciones de Corea Del Sur tienen todos los requisitos para conquistar a la audiencia de todas partes del mundo.
Dentro de las opciones de series y películas de Netflix hay un título que no para se sumar visitas. Se trata de la serie coreana Está bien no estar bien. Esta ficción capturó por completo la atención de los usuarios de la plataforma y se posicionó como una de las favoritas del público global.

Con una trama que pone en el centro la salud mental, esta serie combina romance, drama y temas psicológicos de una forma íntima, honesta y visualmente impactante. Está bien no estar bien se estrenó en 2020 y todavía se mantiene en el top de lo más visto de la plataforma de la N roja, gracias al boca en boca y al interés creciente por los contenidos que abordan el bienestar emocional. Con solo 16 episodios, logra atrapar con fuerza desde el primer capítulo.
De qué se trata Está bien no estar bien, la serie coreana de Netflix
La serie sigue la historia de Moon Gang-tae (Kim Soo-hyun), un joven enfermero de una institución psiquiátrica que dejó todo por cuidar de su hermano mayor, quien tiene autismo. Siempre con una actitud empática y contenida, vive sin pensar en sí mismo. Pero su mundo da un giro cuando conoce a Ko Moon-young (Seo Ye-ji), una autora de cuentos infantiles que sufre un trastorno de personalidad antisocial.

Ella es excéntrica, arrogante, sensible y cargada de heridas profundas. A pesar de sus diferencias, entre ellos se genera una atracción poderosa. La tensión emocional entre los personajes crece episodio a episodio, mientras ambos enfrentan traumas del pasado, reconstruyen sus identidades y, sobre todo, aprenden a sanar desde el amor.
Otro de los grandes aciertos de la serie es la actuación de Oh Jung-se como el hermano mayor de Gang-tae, cuya interpretación del espectro autista fue aplaudida por su sensibilidad y realismo.

Está bien no estar bien no intenta dar lecciones, pero deja mensajes claros. Habla sobre lo difícil que es crecer con dolor, el estigma en torno a la salud mental, la presión social por encajar y la necesidad de crear vínculos genuinos.
Con escenas que van del humor al llanto, una paleta visual de cuento de hadas y una banda sonora inolvidable, este K-drama demuestra que el amor puede ser también una forma de terapia. Si todavía no lo viste, andá preparando los pañuelitos.