Las series turcas siguen generando furor en Netflix y se ganaron un lugar privilegiado en el corazón de los argentinos. Esta vez, la producción que está en boca de todos es Gracias, ¿el siguiente?, una comedia romántica que narra las aventuras amorosas de una mujer empoderada, en plena reconstrucción después del desamor.
La historia sigue a Leyla Taylan, una prestigiosa abogada de Estambul que, tras el final de una larga relación, se lanza de lleno al mundo de las apps de citas. En su camino conoce a hombres de todo tipo, desde los más intensos hasta los más desinteresados, y se enfrenta a situaciones tan incómodas como graciosas, que muestran con humor la realidad de los vínculos en tiempos de redes sociales.

Quiénes protagonizan Gracias, ¿el siguiente?
La serie es liderada por Serenay Sarıkaya, una de las actrices más destacadas de Turquía, que interpreta con carisma y autenticidad a Leyla. Su expareja en la ficción, Ömer, está en manos de Metin Akdülger, conocido por su participación en otras exitosas producciones turcas.
A lo largo de las dos temporadas, también aparecen otros nombres como Hakan Kurtaş, Boran Kuzum, y la participación especial de un grupo de amigas que acompañan a Leyla en su reconstrucción emocional. Juntas, enfrentan prejuicios, decepciones y nuevas oportunidades en una ciudad vibrante y moderna.
La serie pone sobre la mesa debates actuales como el ghosting, las citas fugaces, el amor propio, las presiones sociales sobre las mujeres solteras y la importancia del autocuidado. Todo esto, sin dejar de lado el humor, el drama y la sensibilidad que caracterizan al contenido turco.

Con una estética cuidada, diálogos frescos y una banda sonora atrapante, Gracias, ¿el siguiente? logra retratar el caos emocional posterior a una ruptura y la búsqueda de sentido en medio del vacío afectivo.
Disponible en Netflix, esta serie se convierte en una excelente opción para maratonear el fin de semana. Si alguna vez saliste de una relación pensando que el amor ya no era para vos, esta historia puede hacerte reír, llorar y, sobre todo, sentirte comprendido.