El olavarriense Pablo Ormazabal presentará en Tres Arroyos, su libro “Casa Querida. Etxe Maitea. La diáspora vasca, memorias y arqueología”. Esta actividad tendrá lugar el próximo viernes 25, en el Museo Mulazzi, a partir de las 19.30 horas.
Ormazábal es antropólogo, además de médico veterinario, y desde muy temprano participó en la vida del centro vasco de su ciudad, siendo su presidente en la actualidad. Nieto de un bilbaíno, su padre, Carlos Ormazabal, fue uno de los fundadores de la institución. Por parte de su madre, su origen lo lleva a Navarra. Por ello, la cultura vasca nunca le resultó ajena.
Señala el propio autor que “el registro, en general, lo hice con sitios arqueológicos que tenían mucha relación con los primeros pobladores de Olavarría de origen, digamos eurocriollo, que se superponían a toda la información y registros, también materiales, de la arqueología de pueblos originarios”.
Una vez finalizados los trabajos de arqueología, el libro fue realizado en el transcurso de casi 5 años y aborda el periodo de 1850 a 1910, de masiva afluencia de inmigración, casi siempre identificada como italianos, españoles o franceses. “Buscando en los archivos, un alto porcentaje de los que se decían españoles y franceses eran originarios de distintas provincias del País Vasco. Por lo tanto, ahí comienza la historia de la presencia vasca registrada en los escritos, y en los que empiezo a cruzar también información de lo que se dice, lo que dicen los familiares, lo que dicen los descendientes de esa presencia vasca, de esa historia a partir de 1870, de un caso de una familia extensa que ocupa esta región”.
“Y hay otro dato, y es que siempre se han rescatado la voz de los varones, y en los registros que yo tenía aparecían muchas abuelas contando lo que había ocurrido, sus emociones, sus sentimientos, y sus recuerdos originarios de su País Vasco”, agrega Ormazabal.
De la obra
La obra tiene 160 páginas, y contiene gráficos y fotos de lugares donde se ubicaron esas familias que trabaja en el libro, así como de antiguas construcciones, tales como corrales, cimientos de casas, restos de actividad rural, del primer molino harinero de Olavarría de 1880, y de la Escuela Normal, cuyo trabajo de rescate se realizó en 1995.
Además, el autor dedica un capítulo a la actualidad, al período que se abre a partir de la presencia del Centro Vasco Etxe Maitea, en 1954. Recoge las figuras de dos de los fundadores, Juan Luis Urrutia, farmacéutico, niño de la guerra y ex presidente del centro vasco, y Marisa Viguri, llegada a Argentina en 1954 tras sufrir su familia la persecución franquista, quien se desempeñó como profesora de danzas vascas en la Euskal Etxea a partir de 1960.
Es importante destacar que esta actividad es organizada a través de Las Goicoechea, productora cultural y cuenta con el apoyo del Centro Vasco Hiru Erreka.
