La Joaqui volvió de su gira por Europa con más de una anécdota para contar. Aunque su agenda profesional venía cargada de éxitos, la artista vivió un accidente que la dejó físicamente afectada y emocionalmente movilizada. Durante una entrevista reciente, reveló que se dislocó la clavícula en medio de un show en Milán, y compartió con lujo de detalles la secuencia que derivó en la lesión.
“Me golpeé con un tubo, tironeé y me paré... y dije ‘algo me está doliendo mucho’”, relató sobre el momento exacto del accidente. Sin embargo, y pese al dolor, tomó una decisión arriesgada: seguir con el recital hasta el final. “Quedaban 40 minutos y dije ‘voy a hacer yo hasta el final y que sea lo que Dios quiera’”, explicó la cantante.

Los detalles del accidente de La Joaqui durante su show en Italia
Lejos de dramatizar, La Joaqui combinó sinceridad, humor y fortaleza. Después del show rompió en llanto y pidió perdón “a Jesucristo por todos mis pecados”. Luego llegaron los estudios médicos que confirmaron la gravedad de la situación: dislocación de clavícula y sobreexigencia muscular. “Se me veía como salido, el trapecio para afuera, el hombro así”, señaló con su cuerpo.
El recital en Italia fue el cierre de una jornada agotadora. Había viajado desde Orlando con una escala de 15 horas antes de aterrizar en Europa. A ese cansancio extremo se sumó el estrés de cumplir con cada show. Pero incluso en medio del malestar, la artista no perdió la sonrisa: recordó que se cayó y se rompió “la mitad del diente”, que terminó pegándose “con la gotita”.

La Joaqui también mostró en cámara su hiperlaxitud, una condición que le permite movimientos extremos, como pasarse la pierna por detrás de la cabeza. Aunque ese nivel de elasticidad puede parecer una ventaja escénica, también representa un riesgo cuando se combinan baile, acrobacias y escenarios técnicos.

Recibió tratamiento médico, le colocaron un cuello ortopédico y un cabestrillo, pero no frenó su gira. “No quiero que mis hijas piensen que no puedo”, dijo con firmeza. Incluso se permitió reírse de la situación posteando una foto en bata: “¿Le pongo brillitos al cuellito, qué dicen?”. Así, mostró que incluso el dolor puede convertirse en una historia de resiliencia.